martes, 24 de abril de 2018

PACIFISTA.



Normalmente no hablo sobre nada relacionado con la guerra y con los conflictos de mayor intensidad, pero la profe hace unas semanas habló sobre este tema, y menciono a una escritora pacifista, la cual tiene bastante influencia y es bastante conocida.

Bertha Von Suttner (o más conocida como la mujer de la paz), fue una mujer entregada en cuerpo y alma a la defensa del pacifismo. Era hija de una austriaca con tradición militar en Viena, y Bertha rompió esa existencia, se casó en secreto y vivió penurias económicas. Fue autora cumbre de una obra que sirvió como inspiración a Nobel ¡Adiós a las armas! 
Ella nació en una familia de militares, y recibió la educación por un tutor personal y aprendió varios idiomas y viajo en múltiples ocasiones. A los 30 buscó un trabajo para independizarse económicamente. Fue institutriz de unas niñas, y se enamoro de su hermano mayor, con el que se casó en secreto, y por la irá de su padre se mudaron al Caucásico, sobreviviendo por sus escritos en medios locales. Cuando su padre acepto el matrimonio, volvieron a su ciudad, donde siguió escribiendo y tuvo contactos con movimientos pacifistas. Aún siendo viuda, siguió defendiendo el pacifismo y la necesidad de encontrar situaciones alejadas de los conflictos armados para resolver problemas. Sensibilizo a Alfred Nobel para implicarse en sus movimientos pacifistas. En su testamento firmo para destinar parte de su fortuna a premiar a todas las personas que hubieran dedicado de manera excepcional su vida a la paz, la ciencia y la literatura. Murió antes de la Primera Guerra Mundial, tras una larga lucha contra el cáncer.

Ella defendía el pacifismo y no quería guerras ni conflictos, pero. ¿por qué hay guerras?
Desde mi punto de vista que haya guerras viene como consecuencia de que hay diferencias de opiniones entre personas, y tienen discusiones entre ambas y no son capaces de llegar a un acuerdo que les beneficie a ambos y originan una disputa que se convierte en una guerra si es de mayor grado, viéndose así en países y demás, no en individuales. La gente no llega a comprender que siempre hay maneras para obtener un acuerdo y no tener que ocasionar graves problemas como son las guerras. La mayoría de las guerras son difíciles de terminar, ya que siempre se va a unir mas y mas gente que proponga cosas diferentes y agrande la disputa inicial. Normalmente las guerras han tenido un fin, pero ese fin no ha sido bueno para una de las dos partes que habia originado la guerra, es decir, que siempre se acababa perjudicando una parte, y aparte de que esa parte no haya conseguido lo que quería, para llegar a esa decisión final, han tenido que morir muchas personas y otras ser heridas también, e incluso las infraestructuras, leyes y normas, han acabado siendo perjudicadas.
Lo mejor para luchar contra ellas es ponerse en el lugar del otro y como decía Bertha "Después del verbo 'amar', 'ayudar' es el verbo más hermoso del mundo". Por lo que tenemos que tener en cuenta que nos tenemos que querer los unos a los otros y respetarnos, al igual que también tenemos que ayudarnos todo lo que podamos entre nosotros para así no tener discusiones con nadie, y ser tolerantes con las diferentes opiniones que tengan las demás personas, como ellos lo harán contigo.
Yo, al igual que Bertha, opto por un mundo pacifista ya que traería tranquilidad y paz, que conllevaría a un bienestar general.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Ponerse en el lugar de la otra persona es siempre la clave. Si en el futuro lees este libro te va a gustar mucho, porque tú tienes una gran sensibilidad.

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